Me queda otro papiro en el zurrón, ya lo veremos con más tranquilidad más adelante, estos días estoy con un poco de prisa. Pero con lo visto es suficiente para pensar que los signos de puntuación no se reproducen como los hongos, de manera asexuada, con un poco de viento rasante. Si han proliferado, si se han multiplicado, algún humano habrá intervenido en el parto de los puntos y las comas. Veamos cuándo pudo ser el evento.
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