Hoy trataremos del fruto
que le vino a Julio César
por yacer con Cleopatra
tan pronto la conociera.
Y hablaremos del futuro
que a Alejandría le espera,
futuro más bien sombrío
porque la Naturaleza,
que fue con ella obsequiante
y la colmó de riquezas,
se volvió de pronto arisca
y de muy mala manera
le pegó fuertes zarpazos,
y nadie se recupera
cuanto le quitan un brazo,
una pierna o la cabeza.
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