Trabajando con denuedo,
escribiendo a cien por hora,
consultando enciclopedias
que vienen en mil idiomas
ya me voy poniendo al día
cuando ya la noche asoma.
Hay que ver qué peripecias
le ocurren a esta persona
que sólo se interesaba
por vivir la vida cómoda;
que no quiso gobernar,
pero quiso la poltrona
y mató a media familia
para que no le hagan sombra.
Ganó la guerra exterior,
pero en casa fue otra cosa,
que en su casa se volvió
la milicia respondona.
Pero para eso tenía
solución, y era su alcoba,
que los asuntos ingratos
sus dos fieles los adoban.
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