No todo fueron triunfos en el reinado de este Faraón. Lo bueno del caso es que sus triunfos perduraron y sus derrotas tuvieron pocas consecuencias negativas o fueron sólo pasajeras.
Podríamos pensar que tuvo buena suerte. Pero es difícil mantener que esa señora le acompaño los 36 años que reinó. Más bien podría ser que "en el país de los ciegos el tuerto es rey", o sea, que no todos sus contemporáneos regios tenían sus cualidades de frialdad, capacidad de cálculo, templanza, habilidad dialéctica y recto pensamiento. No es que todos fueran unos insensatos, pero sí que nuestro protagonista les aventajaba holgadamente en tales artes.
Comentarios