Hoy, vergüenza me da decirlo, vamos a dejar entrar el cotilleo en este blog.
Vamos a tratar de reflejar, con la mayor precisión posible, la vida privada de los pintores del grupo Impresionista. Porque sólo conocer sus cuadros sería parcial.
Fueron personas de carne y hueso, dotados de un corazón y, porque captaban la belleza de los bosques y hasta de los andenes de una estación (Monet), también la captaron entre las féminas que rozaron. Y, dotados de sensibilidad, sintieron. Dado que su modus vivendi no era muy lucido, ser sensibles les creó problemas. Conozcamos los problemas y cómo y cuándo salieron de ellos.
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