Simón, opera magna

La Pintura 4.

La Pintura entre los minoicos, algo fuera de lugar. Luego la copiarían los artistas de Micenas y Tirinto, pero ya no sería lo mismo, faltaría el alma. Trate el lector de apreciar la diferencia entre la sensibilidad y la pura técnica, entre la inspiración y la imitación.

No le diremos dónde está cada cosa.

La Pintura 3.

Contemporánea de la egipcia hubo en la Europa insular una civilización, la minoica. A través de ellos nos llegaron muchas cosas a los europeos de hoy en día. Una de ellas fue la Pintura. Luego, otros la trajeron tierra adentro, pero en una primera fase, la Pintura europea nació en Creta.

Los primeros ecologistas de la Historia.

La Pintura 2.

Los egipcios emplearon la pintura en la decoración de muchos de sus monumentos. Veamos la pequeña evolución que este Arte tuvo entre los egipcios en la Antigüedad. Casi podríamos decir que los egipcios evolucionaron a la fuerza. Eran un pueblo encantador, aferrado a sus costumbres ancestrales, nada de cambios. Pero los tiempos se modernizaban, incluso en la Antigüedad ...

Un cambio forzado.

La Pintura.

Como ya estaba anunciado, iniciamos la serie sobre la Pintura en la Historia. Para acercarnos a ella, no debemos ser muy exigentes, ni pretender que nuestros antepasados de hace 120 generaciones tuvieran los mismos gustos que nosotros hoy en día. De modo que procuraremos mirar con ojos bonachones, tratando de percibir si al artista le movía el Arte, si ponía cariño en el trabajo que hacía, si dominaba el color y el dibujo, cosas así.

Si lo hacemos, veremos que aquellos hombres estaban poseidos por el Arte, esa aparente facilidad para expresar la Belleza con un movimiento apenas de la mano, mano de la que pende un lápiz, o un pincel.

La Pintura entre los primeros egipcios.

La Villa de Catulo y 4

Hoy, despedida de la Mansión de Catulo, echando una fugaz mirada a los frescos que la cubrieron.

Claro que el lector tendrá que hacer un esfuerzo de imaginación, dada la exigua superficie que de cada fresco nos han dejado los amigos de lo ajeno, que a lo largo de 1.500 años han pasado un par de horas en la Villa, afanando.

Los frescos de la Villa de Catulo.

La Villa de Catulo 3

Hoy terminamos la visita y admiramos los pocos restos de mosaicos que en la Villa han quedado. Hay que tener en cuenta que vienen de la época de Julio César, lo cual significa algo así como asomar el ojo y, por un pequeño agujero, ver cómo vivía la gente cresa de la época de Pompeyo y Craso.

Mosaicos de hace 2.000 años.

La Villa de Catulo 2

Hoy veremos la estructura de la inmensa mansión, paseando por sus gigantescos pórticos, de 8 metros de altura. La verdadera mansión, que estaba encima, ... eso es lo que el viento se llevó.

Una de cimientos, por favor.

La Villa de Catulo

Hoy tercer acto de un día ajetreado, pero, dentro de lo malo, era día de vacaciones.

La Villa romana que posiblemente vamos a conocer nos va a demostrar de lo que los romanos eran capaces en tiempos de Julio César, porque contemporáneo de Julio César y Pompeyo, y de más edad que Augusto, fue nuestro personaje de hoy, mañana y un poco de tiempo más. Y ello es así porque se construyó una mansión que es digna de ver y así comprender que de estar dicha Villa en pié, aun hoy sería digna de ser admirada.

Pero vayamos al grano, la construcción en tiempos de Julio César.

El castillo de Sirmione

Si Venecia fue digna de admirar - y todavía me quedan dos cartuchos en la recámara -, las salidas desde Brescia dieron también mucho de sí. Un día completo fue el formado por Dessenzano, que acabamos de ver, Sirmione y Catulo.

Hoy, el castillo de Sirmione, casi al extremo de una esbelta península que hace posible que el castillo esté colgado sobre el Lago di Garda.

Un pequeño castillo inexpugnable.

Mosaicos en Grecia antigua y 12

Punto final a la historia del mosaico, originario de Grecia, adoptado luego por la sociedad imperial romana, empleado como decoración divina en los Templos de Constantinopla y resto del Imperio romano de Oriente, de donde pasó a los reinos bárbaros ya domesticados, entre ellos a la República de Venecia, hasta donde hemos seguido su historia.

También en los reinos de Occidente se empleó, si bien tengo para mí que degeneró pronto en esa baldosa blanqui-azul de cerámica típica nuestra que representa la eficacia y la prisa de los tiempos modernos, allá por el 1.500, frente al detalle y al mimo que hoy vamos a ver en una modesta casa romana del siglo III. Note el lector la improvisación del artesano que da forma al mosaico del pasillo en tonos marrones.

La villa romana de Dessenzano.