Salimos del Palacio del Duque y echamos un rápido vistazo a sus dominios, un rosario de plazas fuertes al estilo de la Magna Grecia, ahora la Magna Venecia, un Imperio en tono menor.
Note el lector que tan pequeña potencia fue suficiente para atesorar una inmensa riqueza, de la que hoy gozamos los turistas y lectores de libros.
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