La Historia que aquí tratamos de hacer no es una Historia típica, una Historia de reyes y batallas. Las batallas tienen su lugar en la Historia, pero la Historia de un pueblo, como el heleno, es la historia de las vidas de sus gentes. Quiero aclarar que cuando escribo heleno en lugar de griego no quiero quitar valor a lo griego, trato de ser fiel a la Historia y llamar a las cosas por su nombre, Hélade, Helenismo, y no Grecia, que es palabra posterior.
De modo que procuraremos dejar claro al lector amante de la Historia cómo les fue a los helenos, cómo era su vida, cuáles eran sus problemas, por qué debían emigrar e irse a las colonias, etc. Se trata, en suma, de hablar tanto de los líderes como del pueblo llano, ése que muere en las batallas porque sus líderes o causas de fuerza mayor les condujeron a ellas. Y porque mi simpatía está con el hoplita sin nombre, el infante ligero sin rostro, o el ilota sin derechos, procuraré explicar cómo era la vida de alguien que no pasó a la Historia en modo alguno.
Y porque somos más de un 90% de agua, hoy, el agua ateniense.
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