Hoy terminamos la historia del agua, fundamental en una polis antigua. Claro que las ciudades crecían allá donde había agua. Agua y colinas era lo que necesitaba el monarca local. Agua para beber y una colina para plantar su casa y que el acceso fuera un poco penoso. A esa casa de acceso penoso le terminaron llamando los helenos Acrópolis (de akros, alto, superior, elevado; ciudad alta). En la de Atenas se guardaba, además, el Tesoro de la ciudad, las reservas de oro de hoy en día.
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