Simón, opera magna

Ramsés II y Abu Simbel

El hijo de Seti I fue Ramsés II que adoptó el nombre de su abuelo, el fundador de la dinastía. Ramsés II fue un Faraón que accedió al trono a los 14 años. Enérgico, seguro de sí mismo, dicen que presumido, un poco cuentista, amigo de exagerar lo positivo y propio, reinó 66 años. Cortejó a la casta de Amón y trabajó en su contra, era un perfecto político.

Hizo cantidad de cosas, peleó, contruyó, tuvo muchas esposas y docenas de hijos.

Un repaso de lo que hizo antes de llegarnos a Abu Simbel, el colmo de su paranoia, que se dice hoy.

Seti I y Abidos y 3

Hoy conoceremos a Seti I en sus buenos tiempos y su tumba, donde se codea con Osiris con gran confianza, que para eso es su Padre. Y veremos algunos detalles de temas pasados que vienen muy bien explicados en libros que estaban escondidos por los cajones.

Seti I y más cosas.

Seti I y Abidos 2

Hoy entramos en el Templo de Abidos y veremos lo que queda de él, el núcleo central.

En el cenotafio de Seti I.

Seti I y Abidos

Seti I es el primer gran Faraón de la dinastía XIX, la que vino como consecuencia de las múltiples hijas de Akhenatón y la pronta muerte de Tutankhamon. Su padre, Ramsés I , sólo reinó 16 meses. Seti I prosigue la política de Akhenatón, de cortar el cesped bajo los pies de la casta de Amón, pero lo hace más sutilmente, no de frente. Y así, como quien no quiere la cosa, manda construir un magnífico Templo en honor de otro dios egipcio, de Osiris, al que promociona en difusa competencia con el todopoderoso Amón-Ra.

La política astuta de Seti I será seguida por sus descendientes y entre todos lograrán que Isis, Osiris y Horus obtengan la medalla de plata en el elenco divino de Egipto. El oro, todavía para Amon-Ra.

Seti I y su Abidos.

Akhenatón y sus innovaciones

Akhenatón era un rebelde y sus directrices rompieron todos los esquemas egipcios. Posiblemente fue el Faraón más moderno y entrañable de la Antigüedad, porque se dejó retratar con sus hijas, porque se olvidó de que era Divinidad encarnada, porque quiso que en Egipto entrara la luz, al menos la hizo entrar en los Templos. Pero, estaba solo y los otros eran muchos, de modo que se impuso, como siempre, la cantidad sobre la calidad. Pity.

Las novedades que lograron perdurar.

Akhenaton o la lucha por el poder

No se me ocurrirá decir de Akhenaton que fue "el Faraón hereje", ni tonterías de ésas. Lo que se dio con él, con su padre, y con un motón de Faraones de la saga de los Ramsés es que se dieron cuenta de que el poder de los sacerdotes de Amón era casi mayor que el del Faraón y reaccionaron. La ideología era la excusa, la tapadera, la fachada.

Ante el pueblo habían representado antes juntos una comedia, la de la divinidad del Faraón. Y ahora, la pugna real era una y la representación ante el pueblo, otra. Pero eso es muy normal. ¿Qué nos van a contar a nosotros, los cristianos ...?

Sin más preámbulos, los protagonistas del pulso.

La Historia y su caricatura

Hoy entroncamos con el Antiguo Egipto. Y vamos a hacerlo sometiendo nuestra mentalidad a un pequeño examen. El objetivo es ponernos en disposición de aprovechar al máximo el estudio de la Historia que hemos comenzado. No hay preguntas tipo test ni grandes incógnitas. Para aprobarlo, basta con poner el corazón al modo egipcio y, además, antiguo.

¿Que cómo se hace eso? Bueno, para eso está el artículo ...

Adelante ...

El poder de las impurezas

No hay españolito de más de 50 años que no recuerde cuando en sus tiempos mozos le hablaban del sexto. No del sexto sentido, sino del sexto mandamiento, "No fornicar". Aunque también tenía otros enunciados, que no vienen al caso. Se pensó, más tarde, que los predicadores estaban reprimidos, sexualmente, y que por eso se vengaban de, o se fijaban en, lo que era su campo prohibido.

Pasado el tiempo y hechos los estudios pertinentes, no parece que la represión fuera la raíz de la fijación. Ni que la predilección de los predicadores por el tema fuera fruto del azar o la casualidad, sino de otro factor mucho más profundo, el ansia de poder. Y las impurezas, aunque parezca mentira, daban poder. Vaya que si lo daban ...

La imaginación y el poder.

La política del miedo y 2

Ayer, el cuerpo del delito. Hoy, considerandos y resumen final. La sentencia, el lector, de su coleto.

Una reflexión punzante sobre un asunto inquietante.

La política del miedo

En un libro escrito en 1.864, y por todo un santo, disponemos de un testimonio de primera mano para captar el miedo que se ha inculcado en los fieles cristianos durante toda un eternidad.

Miedo a espuertas.