Los que nos han tocado en suerte no son los ideales, ni siquiera medianamente buenos. Tienen un tremendo handicap, que es improbable que superen. Tendrían que hacer demasiados cambios.
Echemos un vistazo hacia el futuro, hacia las futuras referencias ideológicas de Occidente. Y para ello, no hay otra solución que mirar al pasado, antes de que nos cayera encima la losa de Constantino. Veamos las primeras condiciones que va ya haciendo suyas nuestra sociedad.
No es adivinación, es aplicar el más elemental sentido común.
Los guías de pasado mañana, guías de verdad.
He seguido con gran interés el intercambio de opiniones entre Francisco y Fernando, acerca de la cuestión de las probabilidades en la aparición de las firmas en el Nuevo Testamento, versión griega.
Para dejar clara mi posición desde el principio, diré que, como Francisco, soy ateo y poseo una cierta formación tanto en Estadística como en Proceso de Datos, materias con la que me he ganado la vida durante muchos años. Mi formación académica es de Ingeniero y Doctor en Física. También, como Francisco y Fernando, creo que Jesucristo no es, en absoluto, un personaje histórico, en el sentido que damos a esta palabra cuando hablamos, por ejemplo de Julio Cesar o de Cristóbal Colón. En cuanto a la Iglesia Católica la veo como una entidad manipuladora y dañina para la humanidad, así como el resto de religiones sin excepción.
A diferencia de Francisco, poseo los dos libros de Fernando en mi biblioteca, tanto el del Grupo de Jerusalén como el de Simón. He leído ambos con gran interés y curiosidad, especialmente el segundo.
Dicho lo anterior, debo declarar la ABSOLUTA IDENTIDAD de mis puntos de vista con los de Francisco. Es decir: el cálculo de probabilidades no soporta otro origen de las firmas que no sea el puro azar.
Yo mismo, tras la lectura de “Simón” me planteé inmediatamente la realización del mismo ejercicio que Francisco pero, afortunadamente, topé antes con el blog, en el que se anticipaba casi punto por punto a lo que yo tenía intención de hacer. Posiblemente yo hubiera utilizado la técnica del “bootstraping” (ver Investigación y Ciencia, Julio, 1983) para la generación de las muestras, pero dudo que eso hubiera cambiado sustancialmente los resultados de Francisco. Esos resultados ponen claramente de manifiesto que si uno se pone a ello encontrará firmas de Simón en cualquier texto de griego clásico (¿La Iliada, por ejemplo?). Invito a Fernando, cuya buena fe nadie cuestiona, a que haga el experimento para salir de dudas. ¿Nos restituirá eso la Iliada “original”?
Comprendo que puede ser duro para Fernando aceptar esta realidad, pero si uno quiere regir su vida conforme a la verdad (en el sentido pragmatista de William James), debe realizar, a veces, crueles sacrificios intelectuales.
Con toda cordialidad, tanto para Fernando como para Francisco,
Manuel
Publicado por: Manuel | diciembre 27, 2004 en 05:01 p.m.
Estimado Manuel,
Gracias por su intervención y gracias por el exquisito respeto que muestra en sus comentarios. Que la probabilidad de que en 5 líneas de texto griego haya una firma de Simón sea del orden del 42-45 % equivalga idénticamente a que las dos cadenas de firmas en versículos y frases son frutos del azar es un comprensible pero tremendo error. Hemos aplicado el programa de Francisco, entre el 18 y el 22 de este mes, con ciertas modificaciones, que se explicarán cuando el estudio esté terminado, a algunos textos griegos, entre ellos la Anabasis de Jenofonte o al Attica de Pausanias. Los resultados se muestran siempre en torno al 50%, 43-48% para la primera obra y entre 45 y 50% para la segunda. Estos resultados nos satisfacen plenamente, Manuel, plenamente. Pero, como consecuencias de las vacaciones de Navidad estamos en un pequeño paréntesis.
Dios santo, están llegando a conclusiones definitivas con demasiada rapidez, ya lo verá en su día. Ven en las cuñas un no diré truco, pero sí un subterfugio mío para encajar las cosas, y eso es de nuevo otra falta de perspectiva correcta. Nadie puede hacer trucos con versículos o frases para encajar dos cadenas de firmas, Manuel. Nadie. Yo lo sé porque me he equivocado muchas veces y las cosas no salen, no hay modo de encajar dos cadenas con “esto quito y esto dejo”. O se da con lo que pasó en la redacción o no salen las cosas. Esto sólo se experimenta cuando se actúa.
Su sospecha se basa sólo en que no han pasado a la acción. Lo entiendo, comprendo sus suspicacias y le animo a que no crea nada, sino lo que le diga su cabeza. En esto no hace falta aceptar nada. Hoy me decía alguien “la verdad sólo tiene un camino”. Bien, creo que todos estamos tras ella. No seamos impacientes, basta con eso. No modifique sus criterios por mi buena fe, pero o espere o actúe con algún texto.
Estoy enfocando los análisis que me quedan de Juan en este sentido. Aparecerán dos antes de fin de año y uno de ellos ya está cargado en el dominio. Un poco de ingenio y ya es suyo. Un abrazo, Manuel, y un poco de paciencia.
Publicado por: Fernando | diciembre 28, 2004 en 12:20 a.m.
la verdad es que no estaria mal que realizaran con el programa matematico la busqueda de firmas, no solo en obras clasicas, sino también en modernas. Con ello bien se demostraria lo que fernando dice, bien demostraria que esta en un error.
Un saludo
Publicado por: sertorius | enero 03, 2005 en 05:46 p.m.
Hola, Sertorius, ojalá fuera tan sencillo de demostrar. Un programa informático realiza la tarea que se le programa. Y lo que por ahora tenemos en las manos es que diga cuántas firmas encuentra en el texto SEGUIDO de la obra que se quiera. Texto seguido. Ojalá lo que nos ha llegado fuera texto seguido, no lo es, salvo trocitos, como el que acabo de incluir hace unos minutos. Casi todo tiene cuñas azules y eso es "ruido", que perturba y dificulta el salir de dudas. Pero saldremos.
Para comparar hay que ir a griego antiguo, incluso de un siglo parecido, o cambiaría el léxico (imagina castellano del siglo XVI comparado con el actual). El pequeño equipo, en vías de aumentar, trabaja en el tema. Pero no confiemos en que la solución la den los de disciplinas distintas a la nuestra. Puede que sí, puede que no. Tengo la impresión de que es un problema para tratar de manera interdisciplinar. Y eso se intenta.
Un abrazo y bienvenido.
Publicado por: Fernando | enero 03, 2005 en 06:36 p.m.