Hay autores que exponen en sus trabajos los puntos débiles de personas ligadas a la casta sacerdotal, presente o pasadas. No es ésa la línea editoria del este blog. No se traen aquí debilidades humanas. Aquí analizamos aspectos estructurales, básicos, esenciales.
No se ha hablado, y no se va a hablar, de las Cruzadas, ni de la Inquisición, ni de la quema de "brujas", poniéndolas como prueba de nada. Posiblemente el nombre de dicha institución sólo se haga con esta ocasión. Pero sí analizaremos falsificaciones del mismo estilo que la que da sentido al blog.
Y hoy toca hablar de la Donación de Constantino. Fue otra más, de menor calibre, eso sí, vista desde hoy. Y más burda. El ambicioso papa de mediados del siglo VII, de cuyo nombre no quiero acordarme, no era tan agudo como nuestro Simón, qué va ... De haberlo sido, aún estaríamos creyendo en su tingladillo.
Entrada a otra farsa regia, la Donación de Constantino.
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