En días pasados he querido poner a disposición del lector abundante material que le permita analizar, con la extensión que desee, las firmas y su generación. Cumplido en parte este objetivo (dispone el lector de más de 10 capítulos completos con todas sus firmas en los "analizandos") vamos a esbozar lo sucedido después del concilio de Nicea. Seguirán apareciendo nuevos capítulos y sus firmas, en el orden indicado, pero además vamos a tratar de comprender lo sucedido.
En nuestro repaso de la Historia, tendremos que distinguir qué datos históricos son ajenos al montaje y qué datos son sensibles respecto del montaje. Aceptando los primeros y tomando precauciones con los segundos. Porque se ha remozado cuidadosamente el montaje constantiniano.
Pasaremos revista a la Historia, siguiendo la pista a los libros primitivos. Para ver cómo variaron las circunstancias, qué se pudo hacer en cada momento, qué fue de ellos o cómo han llegado hasta nuestros días. Este ejercicio nos va a permitir comprender mejor la Historia y comprender mejor lo que hemos perdido, lo que el montaje nos ha arrebatado.
Al análisis actual que hemos hecho y que seguiremos haciendo, añadamos una dimensión histórica. Lo sucedido a partir de que Constantino convoca una reunión en su palacio de Nicea (2º párrafo del enlace) y presenta en público su religión. Y distinguiremos entre lo que los vencedores nos cuentan y lo que revelan indicios que felizmente han quedado.
Distinguiremos entre la conjetura y lo probado. Pero si una cosa la calificamos de conjetura, a otras cosas que pasaban por Historia tendremos que calificarlas de cuentos. Por ejemplo, que hubo cuatro evangelistas que laboriosamente y por separado escribieron cada uno su Evangelio en el siglo I, apenas resucitado Jesucristo. Ahora ya sabemos que todo eso pertenece a la religión-ficción.
Hay algo que está siendo mi guía y brújula en esta aventura, el sentido común, algo inaprensible y sutil, algo que desprecian sólo los que no lo conocen. Un instrumento imprescindible en asunto de verdades y mentiras. Y hemos de ver muchas de unas y otras.
Mañana empezamos echando un vistazo al siglo IV, siglo movido donde los haya.
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