Hoy finalizamos el análisis de Mateo con un capítulo curioso, lleno de milagros inventados. No costaba nada, sólo bastaba osadía y ¡hale! a inventarse milagros.
Como llevamos media docena de estudios hechos, vamos a hacer un pequeño balance. Tenemos a nuestra disposición dos cartas cortas de Juan, que vimos en primer lugar. Entre las dos, 13 firmas en 28 versículos. La relación es de 0´464 firmas por versículo. La razón de que sea una relación tan baja es que, en escritos cortos, las frases tienden a ser largas y las firmas en las frases no son tan abundantes. Compruébelo el visitante, si le parece.
Luego hemos visto cuatro capítulos de Mateo, el primero con la genealogía. En ella sólo había una cadena de firmas, por lo difícil que resulta meter firmas en un texto con todas las frases iguales. Eso hizo bajar la relación a 0´400 en ese capítulo, la más baja. En los cuatro capítulos analizados han aparecido
10 firmas en Mateo 1
16´4 en Mateo 2
11´4 en Mateo 3
18´4 en el Mateo 8 de hoy.
Total, 56´2 firmas en 99 versículos de Mateo, lo que da 0´568 firmas por versículo.
Con esa media, habría en los 1.071 versículos de Mateo algo más de 600 firmas. De ellas, tengo halladas 300, según está dicho en el libro. De mantenerse esta media para el conjunto de Evangelios, habría 2.145 firmas en los 3.778 versículos que los forman.
Esto que acabamos de hacer, deducir qué será lo grande conociendo sólo lo pequeño, es lo que se llama una extrapolación. De "extra", fuera. Adivinar lo que pasa fuera, sabiendo lo que ocurre dentro. Otra cosa es una interpolación, de "inter", dentro, interno. Una interpolación es colocar algo dentro. Cuando acabemos los artículos sobre acrósticos, hablaremos de interpolaciones.
Después de esta borrachera de números y conceptos raros, vamos a Mateo 8.
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